Me quiero



Si me escribías, me derretía. Si me saludabas, sonreía. Si te cruzaba, me estremecía. Y si me invitabas, salía.
Si le presumías, me escondía. Si la besabas, huía. Y si la abrazabas, moría. 
Hoy no te saludo. No me humillo. No me sonrojo. No me escondo.
"¿Por qué antes sí, y ahora no?", me preguntó él. "Porque ahora me quiero", le respondí.
Y así, hoy por fin puedo gritar que todo terminó.