Al alcance de la mano

Estás ahí, a escasos 50 metros. Ahí, donde te dejé la primera vez y donde ahora te vuelvo a encontrar. Ahí, muy cerca. Ahí, donde no pensaba verte.
Estás ahí, en el lugar de siempre. Ahí, donde el viento te deja siempre despeinado. Donde el reflejo del sol en tus anteojos no deja que se luzcan tus ojos. Tus ojos verdes y chiquitos.
Estás ahí, al alcance de la mano. De eso no hay dudas.
¿Te podré alcanzar?