Autocrítica al género


"Las mujeres son todas histéricas". A quién de nosotras no nos dijeron eso alguna vez? Qué hombre está convencido de lo contrario?

Sí, somos todas histéricas. Y QUE? Y que en realidad, a veces somos tan histéricas que no nos soportamos. Pero quédense tranquilos, muchachos. La histeria no es una herramienta que utilizamos para pelear con ustedes. Mucho menos para hacerlos enojar (porque si ustedes se enojan, nosotras nos ponemos más histéricas aún). No es un estado que elegimos para que ustedes sostengan que no nos entienden o que debemos internarnos en un psiquiátrico. No es algo que nos invade "una vez al mes", como piensan algunos. Es mucho más profundo. Es un estado del alma.
Sí, las mujeres somos histéricas. Que tire la primera piedra la que nunca haya sido histérica. Es la esencia de nuestro género. Es lo que nos hace irresistiblemente odiosas y encantadoras al mismo tiempo. Es lo que hace que amemos a los hombres pero que nos parezcan la peor basura del mundo, al mismo tiempo. Es lo que hace que las flores nos parezcan cursis y por lo mismo que esperamos que nos den un ramo de rosas todos los meses. Es lo que hace que nos veamos gordas aunque el resto del mundo diga que estamos flacas. En fin...

Somos histéricas. Y qué?

Limpiando telarañas


Pasó tanto tiempo desde la última vez que posteé, que hasta temía haber olvidado mi contraseña. Afortunadamente, no lo hice.
En estos meses me fui (a Colombia), volví, trabajé (lo sigo haciendo). Aprendí, cambié, crecí (de cabeza, digo). Conocí, quise (quiero), me quiso (aún lo hace). Me quise, me odié, me gusté, me odié, sentí orgullo de ser quien soy y me avergoncé de mi persona. Sonreí, lloré, abracé, me abrazaron. Hice y sentí cosas que ni yo sabía que alguna vez iba a hacer o sentir.
Definitivamente, soy otra. Hasta yo me sorprendo de mí misma.
Ya saqué las telarañas que aún quedaban del pasado. A empezar de nuevo se ha dicho.